Tres consejos para conseguir un perro feliz.

Todo animal, incluido el ser humano, nace con una necesidad arraigada en el propio ADN de libertad. El desarrollo de las sociedades humanas ha generado un estado de libertad que las personas, en mayor o menor medida, hemos aceptado como nuestra manera de vivir en libertad.

Sin embargo cuando traemos cualquier mascota a casa, en este caso un cachorro o un perro adulto, queramos o no, les estamos privando de la libertad que la naturaleza tenía previsto para ellos. Independientemente de que nuestros motivos sean bienintencionados, todos los animales siguen teniendo las mismas necesidades originales que hay marcadas en su ADN después de millones de años de evolución.

Por lo tanto si decidimos que una mascota vaya a vivir con nosotros, tenemos la responsabilidad de satisfacer esas necesidades naturales para conseguir que nuestro perro viva una vida equilibrada y feliz.

En el mundo natural, los animales salvajes buscan la realización a través del esfuerzo y el trabajo diario. Da igual las veces que una manada de lobos salga a cazar y no encuentre recompensa, al día siguiente volverá a salir a cazar. Al igual que en el mundo salvaje, nuestros perros necesitan diariamente trabajar y esta necesidad no desaparece cuando los traemos a nuestro hogar. Da igual cuantos juguetes les compremos, lo estupenda que sea la casa o el colchón donde duerme, o cuanta comida le podamos dar a nuestra mascota, porque al final si un perro no se siente realizado a través del trabajo diario, estaremos generando un animal infeliz y estaremos incumpliendo el pacto de una vida equilibrada y feliz para nuestro perro.

Simplemente ponte en la misma situación en la que viven muchos perros en el mundo, todo el día encerrado en una casa, con una, dos, tres habitaciones y en la que únicamente se te permita dos salidas de 5 minutos para hacer tus necesidades en la primera esquina o el primer árbol con el que te cruzas. La energía acumulada a lo largo de todos los días, todos los años de la vida de un perro que vive en estas condiciones  tiene que salir por algún lado lo que suele generar problemas de ansiedad y agresividad en muchos perros.

Por lo tanto recuerda que para hacer la vida de tu perro más feliz, hazle saber quien es el líder en la relación, trátalo como lo que es, un perro y no como una persona, y por último plantea un programa de ejercicio diario que pueda agotar esa energía acumulada. Estos son nuestros tres consejos para conseguir un perro equilibrado y feliz.