1 mar 2012

La manera correcta de presentarnos a un perro.


Cuando nace un cachorrito, lo primero que recibe en la vida es la energía tranquila, segura y firme de la madre. Esa es la manera en la que se comunican y se relacionan los perros en su estado natural, por lo que si comparamos esta forma de presentación, con la presentación que hacemos las personas cuando vemos a un cachorrito, podemos observar que hay grandes diferencias.

En primer lugar, lo que hacemos habitualmente las personas al ver a un cachorro es llamar su atención a través de las palabras, con expresiones como ¡Oooooh!, ¡Cosita guapa!, ¡Ven aquí!, lo que para los perros se traduce en excitación, nerviosismo, en definitiva energía emocional, que en el mundo de las mascotas caninas supone debilidad.

Una vez hemos demostrado a ese pequeño cachorro que posiblemente somos débiles, ¿que hacemos a continuación?, nos acercamos hasta él, y nos agachamos con el objetivo de hacerle una caricia en la cabeza. Si traducimos esta acción al lenguaje canino, estamos diciendo expresamente que nosotros somos los seguidores, por acercarnos, y el pequeño cachorro es el líder, ya que estamos yendo hacia él.

En tan solo unos cuantos segundos hemos sido capaces de decirle a un cachorro o a un perro adulto que somos débiles y que él es el líder en esa relación. ¿Y después queremos que hagan lo que nosotros les pedimos?. Por eso es tan importante empezar a pensar en como lo hacen los perros cuando nos tenemos que relacionar con ellos.

La manera natural de presentarse a un cachorro o perro adulto, es no acercarse a ellos en absoluto, ya que un líder nunca se acerca a un seguidor, y menos mirando directamente a la cara, porque en el lenguaje canino esto significa desafío. Por lo tanto debemos dejar al pequeño cachorro que se acerque a nosotros para olisquearnos, esa es la manera canina de conocer a alguien, de saber cual es su género o su edad, donde ha estado, que ha comido y sobretodo que energía desprende, segura y tranquila, sumisa y tranquila o emocional y desequilibrada.

Finalizada la presentación inicial, puede ser que el pequeño cachorro no sienta el mayor interés por nosotros, con lo cual se alejará a descubrir nuevas cosas, o por el contrario podría quedarse con nosotros para seguir investigando. Únicamente cuando un cachorro ,o cualquier perro, nos ha investigado y ha iniciado un contacto físico con nosotros, acariciándonos con el hocico o restregándose contra nuestra pierna, podemos iniciar nosotros el contacto. Dejemos por tanto que se gane nuestra confianza y posteriormente podremos ganarnos su afecto.

Esta claro que la primera intención de las personas es querer tocar un cachorrito o un perro cuando lo vemos, pero una vez más, este es un impulso humano, y como hemos dicho para comunicarnos con nuestras mascotas, debemos hacerlo con el lenguaje canino, ya que para un cachorro, un encuentro como este puede suponer el inicio de problemas en su comportamiento futuro.

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