Ya hemos comentado en algún post
anterior, que la dominación es un aspecto que aparece en pocos perros de manera
natural, pero que en aquellos individuos que nacen con un nivel de dominación y
energía elevados, se espera de ellos que algún día lleguen a ser líderes de su
manada. Entonces ¿se puede adoptar a un perro dominante y con un nivel de
energía elevado? En este caso estamos hablando de un animal muy particular, ya
que como hemos dicho, han nacido para liderar un grupo de individuos y velar
por la supervivencia de la manada.
Con esto no estamos queriendo
decir que no podamos adoptar esta clase de perros, sólo que para poder hacernos
cargo de ellos debemos tener claro que aceptamos el desafío, que es un desafío
24 horas, 7 días a la semana, y que deberemos mostrarnos, si queremos ganarnos
su respecto, dominantes, firmes y enérgicos, para que pueda identificarnos como
su líder.
Los perros, de manera natural, no
poseen sed de poder o se muestran agresivos cuando otro individuo les ha
arrebatado el liderazgo de la manada, esto solo ocurre en nuestro mundo, sino que entienden que la supervivencia
de la manada esta por encima de todo, incluso de ellos, con lo que asumirán el
nuevo papel de individuo seguidor dentro de la manada por el bien de todos.
Los perros nacidos con un elevado
nivel de energía y dominantes son animales especiales, y por lo tanto hay que
ofrecerles una serie de desafíos tanto físicos como psicológicos que les
permitan estar concentrados en la consecución de un trabajo, y que al acabar el
día se encuentren realmente agotados. De no ser así, es probable que nos
podamos encontrar con un perro peligroso, independientemente de la raza que
sea, y muy problemático.
Al contrario de lo que pueda
pensar la gente, razas como los pitbull, pastores alemanes, doberman, presa
canario, etc. no son de manera natural, problemáticas, ya que no debemos
olvidar que antes que raza, cada individuo es primero animal y después perro. Efectivamente se trata de razas poderosas, con una fuerza superior a la que podemos encontrar
en otras razas más pequeñas, pero que al igual que en estas, frente a una
energía tranquila, firme y segura, aceptarán sin contemplación el papel de
seguidor que es el que realmente les correspondería dentro de una manada y que es el que aceptarán dentro
de nuestra familia.
Las personas, en algunos casos de
manera inconsciente, podemos generar y fomentar la agresividad de los perros de
muchas maneras, como por ejemplo dejando que nuestras mascotas decidan lo que ellas y nosotros debemos hacer y el momento en el que hay que hacerlo. Por
lo tanto, si no somos nosotros quienes marcamos horarios y destinos, estamos
aceptando que nuestro perro sea el líder de nuestra manada y de nuestra familia. Otra manera de fomentar
la agresividad es mediante el juego. Si cuando estamos jugando con nuestra
mascota, le dejamos que siempre se salga con la suya, o la acostumbramos a las
peleas, puede suponer el inicio de problemas de agresividad en el futuro. Por
lo tanto si vemos que nuestro perro se comporta de un modo posesivo con
cualquier objeto o incluso con nosotros mismos, o empieza a gruñir y sacar los
dientes cuando estamos jugando con él, debemos tener cuidado, pues podemos
estar creando una bestia.
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