6 mar 2012

Como tratar la fobia de un perro a través del liderazgo.


La comprensión del lenguaje corporal y de la energía de los perros, es la manera que tienen de comunicarse con nosotros y aunque a los humanos nos cueste mucho verlo, esta comunicación se está produciendo constantemente entre nuestra mascota y nosotros. Como ya vimos en un post anterior, la humanización de nuestras mascotas, o lo que es lo mismo, el querer tratarlas como si fueran personas humanas con cuatro patas, lejos de suponer una vida de felicidad y equilibrio para nuestras mascotas, puede suponer la generación y el desarrollo de fobias.

En este caso, cuando hablamos de las fobias de nuestras mascotas, es decir, los miedos que las inquietan y que les hacen desarrollar comportamientos problemáticos como miedos o agresividad frente a determinadas situaciones o personas, los estamos viendo, una vez más, como si fueran miedos o fobias humanas.

Contrariamente a lo que alguno de nosotros pudiera pensar, los perros no se pasan el día pensando en los miedos que han desarrollado, como subir o bajar escaleras, perseguir a carteros o ciclistas o incluso salir a la calle a pasear. Los perros no piensan igual que lo hacemos los humanos, ellos simplemente reaccionan a estímulos. Son respuestas condicionadas, y por tanto, en el mundo de los perros, una respuesta condicionada puede dejar de serlo si somos capaces de verlo a través de los ojos de nuestro perro, es decir, a través de la psicología canina, porque a diferencia de nosotros, los perros no sueñan ni se obsesionan con experiencias pasadas, sino que tan solo se dedican a vivir el presente.

En el mundo de los perros, cuando a un cachorro o perro adulto le hubiera ocurrido algo, un golpe, una caída, una herida, etc. otro miembro de la manada se hubiera acercado para olisquear y examinar que verdaderamente no ha ocurrido nada, y posteriormente hubiera seguido como si nada hubiera ocurrido. El perro que ha sufrido el daño, se habría levantado, se habría sacudido y abría seguido adelante consciente del error cometido. Pero en nuestro caso la situación hubiera sido muy diferente, ya que después de haber sufrido el daño la mascota, nos habríamos acercado con una carga emocional elevada, mostrando nuestra compasión por el daño que tendría que estar sufriendo. A partir de este momento es posible que nuestra mascota, frente a una situación sin importancia, pueda relacionar ese accidente con un trauma importante y suponer la generación de una fobia.

Para la superación de una fobia, nuestra mascota va a necesitar la figura de un líder de la manada, seguro de si mismo y con una energía firme y tranquila. Los perros se relajan después de realizar ejercicio físico, por lo tanto sería conveniente realizar un largo paseo con nuestra mascota para que ande, corra y sobre todo vuelva cansada al lugar donde tengamos que tratar la fobia. En esta situación, como líder de la manada haremos frente a la fobia junto con nuestra mascota. Si por ejemplo la fobia esta relacionada con las escaleras de nuestro hogar, deberemos sujetar a nuestro perro firmemente con la correa, mostrando una vez más quien es el líder y dirigirnos directamente a las escaleras, mostrando tranquilidad y firmeza. Realizado el primer descenso o subida de las escaleras, sería conveniente repetir el ejercicio para afianzar a nuestra mascota de que esa reacción condicionada realmente ha desaparecido.

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