28 mar 2012

Consejos básicos para la elección de un adiestrador para nuestro perro.

Si en la generación de este blog hemos empezado hablando sobre la psicología canina no ha sido por casualidad, sino que desde Animalia queremos haceros comprender que para traer un perro a nuestra hogar y con nuestra familia, lo primero que debemos saber es que un perro no es una persona y por tanto no podemos hacer que se comporte como una persona ni pretender que haga las cosas como se las diríamos a una persona para que las haga. La humanización de los perros, como hemos visto, es la principal causa que motiva o que genera la aparición de trastornos, desequilibrios, fobias, miedos o desordenes psicológicos y por ello es necesario, cuando tenemos un perro en nuestro hogar, conocer el qué, el como o el porque del comportamiento canino y la manera correcta en la que debemos comunicarnos con ellos.
Por esta razón cuando acudimos a un especialista como un entrenador o un adiestrador de perros, no debemos esperar a que como en un taller de coches, les llevemos al perro y nos lo devuelvan arreglado, porque en la gran mayoría de los casos, el problema no reside en el perro, sino que reside en el propietario de la mascota, que de manera inconsciente desconoce como debe relacionarse y comunicarse con su mascota o qué actividades y con que intensidad debe realizar para evitar la frustración del animal y la aparición de desordenes psicológicos como la agresividad o el miedo.

Con esto no queremos decir que los adiestradores caninos no van a suponer una ayuda en nuestra relación con nuestra mascota, sino que contrariamente son profesionales dedicados a ayudarnos a entendernos con nuestra mascota y conseguir, cuando a nosotros nos es imposible, ayudar a nuestro perro a corregir ciertas acciones que no queremos que hagan.

Una vez aclarado todo esto, desde Animalia os queremos mostrar una serie de consejos básicos que os ayudarán a escoger a un buen adiestrador o entrenador, en el caso que hayamos decidido acudir a un profesional para que nos ayude.

Lo primero que tenemos que tener claro es el motivo por el cual acudimos a un profesional. Si lo que queremos es rehabilitar a nuestra mascota porque las fobias, miedos o la agresividad que demuestra hace imposible la convivencia en nuestro hogar, deberemos acudir a un especialista en rehabilitación canina, conductista o psicólogo canino. Si por el contrario lo que esperamos de un especialista es que enseñe a nuestra mascota a sentarse, acudir a nuestra llamada o que pasee con nosotros sin tirar de la correa, entre otras muchas cosas, deberemos a acudir a un adiestrador o entrenador canino. Tenemos que saber que no todos los profesionales de la rehabilitación conocen técnicas de adiestramiento, ni que todos los adiestradores conocen los métodos para la rehabilitación de nuestra mascota.

En segundo lugar, deberemos asegurarnos que el profesional que vamos a contratar utiliza métodos con los que nosotros nos sentimos a gusto. Si por ejemplo el adiestrador utiliza un collar electrónico que le produce descargas eléctricas a nuestra mascota y no nos parece correcta, ética o moral la utilización de este método, podemos acudir a otros que estén en sintonía con nuestra manera de hacer las cosas.

En tercer lugar y aunque a nuestro juicio no es del todo determinante, deberemos saber si el profesional que hemos contratado posee el titulo necesario para la realización de la actividad. Con esto nos estamos asegurando que al menos conoce y ha trabajado con las técnicas adecuadas para la rehabilitación o adiestramiento de perros. Cuando decimos que para nosotros no es del todo determinante, nos estamos refiriendo a aquellos profesionales que han obtenido el titulo con un objetivo únicamente lucrativo pero que en realidad ni disfruta ni siente una pasión real por el mundo canino.

La profesionalidad de la persona a la que vamos a entregarle nuestra mascota podemos corroborarla pidiéndole que nos facilite el contacto con algunos de los clientes con los que ha trabajado y obteniendo una impresión real de un usuario de ese servicio.

Para finalizar, la manera que tenga para involucrarnos en el proceso. Es cierto que en muchas ocasiones y sobre todo al principio de la rehabilitación, los profesionales prefieren trabajar a solas con la mascota para ver como se comporta sin la compañía de sus dueños, que como hemos comentado suponen en muchas ocasiones el origen de los problemas de nuestra mascota. Pero una vez finalizada esta primera etapa, lo lógico es que tanto profesionales de la rehabilitación como del adiestramiento nos incorporen en el proceso, ya que con quien debe convivir la mascota es con nosotros y nuestra familia.

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